Creí en ti,
En ese rallo
de luz que emanabas.
Tus ojos
brillaban
De alegría al encontrarnos.
Entre
caricias y palabras de amor
Me
conquistaste:
Aquellos
dulces palabras que me hicieron florecer,
Aquella
mano modelando mi figura
Y aquellos
besos recorriendo cada milímetro.
Musitabas palabras trasnochadas
Y mis ojos sedientos te llamaban.
Y mis ojos sedientos te llamaban.
Obedecí las órdenes que mi olvidado corazón me daba
Y me entregue a ti
Creyendo que estaremos juntos.
Nuestros encuentros fueron apasionados
Calmando la sed que teníamos.
Pero de repente te fuiste con otra.
Pase mis noches entre llanto y angustia.
Amor, eso me diste.
O, mejor dicho, eso creía que tú me dabas.
¿Por qué no me di cuenta que jugabas conmigo?
¿Por qué no vi que “lo nuestro” era diversión?
Ya perdí la cuenta del tiempo que estuvimos juntos,
Solo recuerdo aquellos buenos momentos.
Eres lo que está dentro de mí y está lejano.
Ahora tengo el eco de tu voz
Más allá del silencio.
Mi propio latigazo cae sobre mi vida
Esperando que no vuelva a suceder.
