domingo, 7 de julio de 2013

LAS EMOCIONES



Vivimos en una cultura y en una sociedad que tienden a jerarquizar mas la razón que la emoción. En consecuencia las emociones pasan aun plano secundario y no se facilita su expresión. Hay emociones que han sido etiquetadas tanto social como culturalmente, por ejemplo, la rabia, la tristeza, el dolor y el miedo.
La emoción es como la energía que se transforma; son expresiones naturales de nosotros mismos que expresan una realidad interna, una necesidad. No desaparece a pesar de que se evite expresarla. Las personas tienden a amoldar su expresión emocional a los cánones socialmente aceptados, lo cual puede implicar reprimir o negarlas.
Ningún ser humano puede dejar de sentir ya que forma parte de la vida. Se considera que son cinco las emociones básicas: alegría, miedo, amor, tristeza y rabia. También hay señales que periten enfrentar la vida: el enojo, el dolor, el miedo, el placer, la tristeza, la frustración, la impotencia y la confusión.
Negar o reprimir emociones indeseadas como el miedo, la tristeza o la rabia no hará que desaparezcan, por mas que utilicemos el control y la disciplina. Seguirán presente, pero expresándose de otras formas. Se manifiesta a través de la rigidez corporal, insomnio, adicciones, falta de espontaneidad, irrupción descontrolada de los rasgos y sentimientos controlados, compulsividad en algunas de nuestras acciones, degradación funcional de la secuencia vital de nuestra comunicación (percepción – sentimiento – expresión). En el largo plazo esa tensión que acompaña a las emociones y que fue inhibida termina expresándose a través de otras formas como contracciones y rigidez muscular, dolores del cuello y espalda, enfermedades gástricas y dolores de cabeza.
Quien reprime las emociones dolorosas también esta condenado a no sentir las emociones agradables como la alegría, el goce, la felicidad o el placer.
Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo: todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa; no tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad.
Cómo evitar las consecuencias producto de nuestras emociones y pensamientos: cambiando nuestros puntos de vista, aceptando las distintas penas de nuestro pasado (¿por qué a mí? ;por que a mi no) para no volverlas a revivir, modificar los distintos mandatos, desprenderse de culpas que coartan nuestra libertad y perdonando a los demás. No hay porque vivir mal en el presente por las cosas que pertenece al pasado.
Consejo: revalorizar las emociones, ser concientes de ellas y expresarlas.
Las emociones no mueren. Las enterramos, pero enterramos algo que todavía está vivo. Ante síntomas que los médicos no logran explicar es aconsejable prestar atención a lo que sucede en el mundo emocional sin olvidar que es en el cuerpo donde residen las emociones.