viernes, 7 de noviembre de 2014

ESCLEOROSIS LATERAL AMIOTROFICA



Escleorosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig por el jugador de los Yankees de Nueva York retirado por esta enfermedad en el año 1939. Es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular. Se origina cuando unas células del sistema nervioso disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren provocando una parálisis muscular progresiva de pronóstico mortal: en sus etapas avanzadas los pacientes sufren una parálisis total que se acompaña de una exaltación de los reflejos tendinosos (resultado de la pérdida de los controles musculares inhibitorios).
La enfermedad afecta a personas de edades comprendidas entre los 40 y 70 años mas frecuentemente en varones. Cada año se producen unos 2 casos cada 100 000 habitantes. Se desconoce su causa.
La sensibilidad y la inteligencia se mantienen inalteradas. Debilidad muscular y dificultad de coordinación en alguna de sus extremidades (por ejemplo, en las manos).  Las células nerviosas (neuronas) se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos, lo cual finalmente lleva a debilitamiento muscular, fasciculaciones e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo. La extensión de ese debilitamiento y de la parálisis al tronco termina por provocar problemas para masticar, tragar y respirar llegando a la necesidad de recurrir a la ventilación mecánica.
Progresivamente, aparecen movimientos musculares anormales como sacudidas, espasmos, debilidad, calambres, se les caen los objetos, tropiezan, pérdida de masa muscular o de peso corporal. La enfermedad progresa de modo diferente en cada parte del cuerpo. A veces, la progresión es muy lenta, desarrollándose a los largo de los años y teniendo períodos de estabilidad con un variable grado de incapacidad.
Algunos síntomas: dificultad para respirar, se ahoga fácilmente, babeo, náuseas, caída de la cabeza debido a la debilidad en los músculos del cuello, contracciones y calambres musculares, problemas en el lenguaje, cambio en la voz, y perdida de peso.
No se afectan ni las facultades intelectuales, ni los órganos de los sentidos (oído, vista gusto u olfato) ni la función sexual.
ELA esporádica: su aparición parece casual. No es posible identificar ningún tipo de factor de riesgo (ni ambiental, ni profesional, ni geográfico, ni alimentario o cultural) asociable con ella.
ELA familiar: se trata de una variante hereditaria; hay evidencias para un grupo de pacientes que constituyen entre el 5% y el 10% de los casos.
Es la enfermedad mas grave del sistema nervioso. La ELA es una de las muchas enfermedades que existen en las que se ven afectadas estas células nerviosas. Entre otras se incluyen la atrofia muscular espinal y sus variantes juvenil e infantil y la escleorosis lateral primaria en la que se afectan las motoneuronas centrales.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. Por ahora no existe ningún tratamiento probado contra la ELA. Existen fármacos para combatir el conjunto de síntomas que acompaña a la enfermedad, por ejemplo, los calambres, las alteraciones en el sueño o los problemas de salivación.
El desenlace en todos los casos es el mismo: la muerte. No hay cura.
Me parece una excelente idea que, através de los “baldazos de agua fría”, se conozca esta enfermedad y que se pueda recaudar fondos para su investigación. En Argentina esta la Asociación ELA.