domingo, 1 de enero de 2017

MI GRAN COMPAÑERO



Lusin. Mi gatito, mi compañero de toda la vida. Mi mascota. Es increíble como un gato pasa a ser parte de la familia. Amor puro, afecto incondicional.
Llegaste a casa teniendo tres meses de vida y yo 11 años. Crecimos juntos. Me acompañaste, te acompañe. Eras mi alegría al llegar a casa. Siempre pendiente de vos, de donde estabas y de lo que hacías.
Estabas sentado junto a mí cuando estudiaba, cuando miraba televisión, cuando estaba enferma, muchas vacaciones en la costa en familia. Dormimos juntos estos últimos años. La vida cotidiana, muchas de ellas giraban en torno tuyo.
Te vi crecer, jugar, aprender cosas muchas de las cuales nadie te enseñó. Sabias pararte delante de la heladera y pedir comida, esperar a que alguien se siente para sentarte sobre la falda de esa persona, dormir frente a la estufa en invierno, subir a la terraza a pasear mientras que un miembro de la familia colgaba la ropa. Darte mimos, hacerte jugar.
Estos últimos años fue verte envejecer. Tenías tus dolores, como todo adulto mayor. Perdiste un poco de olfato, vista y oído; estar desorientado y cansado; tus uñas se tornaron mas duras. Pero nunca perdiste el apetito. En estos últimos años te fuiste poniendo viejo de a poco.
Ya nunca me recibirás cuando llegue a casa, ya nunca me acompañarás, no veremos juntos la televisión, nunca mas te hablaré (los dueños les hablamos a nuestras mascotas), ya nunca estaré pendiente de vos ni de si comiste ni de donde estás; no nos haremos compañía, no te mimaré nunca mas. Dejaré de estar buscándote por casa para tenerte a upa.
Te busco por la casa y no te encuentro. Es horrible. Se que de a poco me daré cuenta de que físicamente no estás.
El 24/12 tu salud empeoró. Te vi caer y desmejorar. No quiero soltarte, no quiero que te vayas pero tampoco quiero que sufras. El 25/12 llegaste a cumplir 21 años.
21 años de afecto, de cariño, de compañía, de lealtad. Mi fiel amigo.
Siento angustia, dolor, llanto. Pero ahora estás mejor.
La casa está llena de recuerdos. Pero se que es cuestión de tiempo.
Gracias por tu afecto incondicional, por enseñarme a amar a un animal como un integrante mas de la familia.
Eras, sos y serás un miembro mas de la familia.
Nunca dejaré de quererte, de extrañarte, de recordarte.
Ahora descansas en paz. Ya no sufrirás. Nos vemos en el cielo.
Te quiero mucho. Te extraño y te extrañaré por siempre.
Que en paz descanses.
27/12/2016