Palabra tan
corta y difícil de explicar. AMIGOS, si con mayúscula, ya que son contados con
los dedos de la mano. Es un árbol que hay que regarlo sino se echa a perder. Forma
parte del pasado, presente y futuro que se plasman en el gran tesoro de la
vida.
Algunos
desde la infancia, otros llegaron en la adolescencia, algunos por
circunstancias de la vida, otros en un viaje, o en una reunión, otros son
amigos de un amigo y se suman al grupo. Muchos siguen en mi vida desde el
momento en que nos conocimos y otros no; esas amistades que duraron un tiempo y
otras que duran desde hace tiempo.
Relación,
gustos en común, disfrutamos de cosas similares y compartimos tantos
momentos. Nos alentamos mutuamente en los momentos difíciles y juntos reímos en
los buenas circunstancias.
Es entenderse con la mirada. Es alguien que te da fuerzas
aunque estés agotado. Es alguien que te escucha y que te banca. Es alguien que
te aconseja sin que se lo pidas. Es saber que a alguien le importas.
Hay complicidad, risas, llanto, confianza, lealtad,
sinceridad, afecto, compañerismo, ser compinches, es entenderse sin decir algo,
es saber que estas cuando necesita un abrazo y un hombro donde llorar, esas
charlas interminables, reír hasta llorar; esos días que recordamos momentos.
Transitamos juntos las alegrías, los triunfos, los logros y
las tristezas. A veces pasa demasiado tiempo sin hablar con el amigo, pero uno
sabe que esta; no hay ofensas ni remordimientos, es conversar como si el tiempo
no hubiese transcurrido.
Pero
estoy contenta: tengo los amigos que quiero. Eso es lo que ellos me
dicen, me lo demuestran. Es lo que siento por todos ellos. Veo el brillo en sus
ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme. Y yo también
siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos.
Por eso agradezco de tenerlos
dentro de mi círculo, de contar con ustedes; y bien saben que ustedes pueden
contar conmigo. GRACIAS amigos por estar y ser mis AMIGOS. Aunque no lo diga
seguido LOS QUIERO.
Porque pasan los años y estas ahí;
porque me cuentas tus penas y alegrías; porque si te pido que me ayudes a
levantar, estas presente; porque solo recuerdo risas en nuestros momentos.
Los verdaderos amigos ven el dolor
en tus ojos mientras los demás se dejan engañar por tu sonrisa. Lo “malo” del
amigo es que nos dice las cosas como son en la cara; el enemigo las dice a
nuestras espaldas y como no nos enteramos, nada ocurre.
La amistad es aceptarte tal cual
eres con tus virtudes y defectos, es demostrarte que te quiero con mi apoyo, es
darte hechos y palabras. Los amigos son la familia que uno elige. En la
prosperidad nuestros amigos nos conocen, en la adversidad nosotros los
conocemos.