Pesa. Si
que pesa la soledad. A pesar de que me gusta estar sola y de que me manejo sola
para todo, pesa no tener una compañía.
Es no saber
a alguien que camina junto a vos; no saber lo que es compartir charlas, bromas,
mates, paseos, gustos, afecto, cariño, amor. Uno siente un vacío, un “algo” que
no hay y no se si algún día llegara.
Soy joven,
pero el tiempo pasa. Y por momentos pesa; pesa el tiempo y la soledad.
Tengo
amigas. Y no pasa por si tengo muchas o pocas. No es lo mismo una amistad que
la compañía de una pareja. Con mis amistades nos vemos, salimos, reímos,
charlamos, hay bromas, hay complicidad, hay miradas. Nos entendemos y nos
llevamos muy bien.
Pero el
novio es distinto. Es feo saber que nadie te ve, que nadie te registra, que no
hay alguien que diga: me gustas y quiero que salgamos. Parece una frase hecha
pero no hay hombres. Los que están o no se fijan en mi o no quieren algo serio.
No es agradable saber que alguien no quiere estar conmigo. Y si alguien quiere
estarlo, me sorprendo porque no estoy acostumbrada a que se fijen en mí. No
estoy acostumbrada a que me miren.
No me gusta
depender de los demás para hacer algo ni rendirle cuentas a los demás. Pero no
pasa por ahí la situación.
Nadie me
registra, no quieren algo serio conmigo.
Es feo ver
que tus amigas/os tienen pareja y vos no. Pareciera que para ellos todo es fácil
y todo se les da. A mi no. Para mi nada es fácil.
Esta
soledad pesa. No tener con quien compartir cosas en común, un abrazo, un te
quiero, un te amo. Y no saber lo que es eso.
La cama
vacía, sin la compañía.
Creo que
estaré en esta situación de por vida. Dudo que se modifique.
El tiempo
pasa y yo sigo sola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario