Mates con azúcar en el
desayuno. Gaseosas al mediodía. El café con un poco de azúcar. Jugos
artificiales y/o exprimidos, aguas azucaradas y demás dulces acompañan la
jornada. Una combinación que frecuentemente practican los argentinos, sin
percibir que consumen un montón de calorías encubiertas.
El azúcar que consumimos en
Argentina a través de los líquidos equivale a entre 14 y 18 sobrecitos de
azúcar. Al cabo de un
año, un argentino en promedio habrá incorporado casi 157 mil calorías
adicionales a través de las bebidas e infusiones, lo que representa un tema a
considerar en la agenda pública, si se tiene en cuenta que en nuestro país el
54% de la población presenta sobrepeso u obesidad.
Medidas sencillas que pueden
tomar los padres para que sus hijos incrementen el consumo de agua pura pueden
ser ofrecerles siempre un vaso cada mañana en el desayuno, asegurarse de que en
la heladera nunca falte el agua fresca, llevar una botella a la escuela,
ofrecerles agua mientras juegan o hacen los deberes escolares.
Beber agua y mantener un
nivel adecuado de hidratación es esencial para la salud y el normal
funcionamiento del cuerpo. El agua es el principal componente de nuestro
organismo; su cantidad difiere según la edad y cada organismo.
En los adultos el 65-70 % del
peso corporal es agua. Éste es un elemento constitutivo en los órganos del
cuerpo.
El cuerpo humano no tiene
depósito ni reserva de agua. Una persona puede estar varios días sin comer,
porque consumirá su grasa corporal como fuente de energía calórica. Pero nadie
puede sobrevivir mas de 72 o 90 horas si no ingiere líquidos.
Médicos alertaron sobre la
carencia de hábitos saludables en la ingesta de líquidos entre los argentinos,
al destacar que de los dos litros diarios que se consumen en promedio, sólo el
21% corresponde a agua pura.
Muchas personas consideran que tomar líquidos solamente es importante
para realizar actividad física. Realizar esfuerzos mentales o físicos son
hechos similares. Ambos requieren de una ingesta de bebida adecuada, porque de
no ser así el rendimiento se verá afectado.
La escasa hidratación cerebral se manifiesta con menor capacidad para
prestar atención, disminución de la memoria de trabajo y de corto plazo, de la
coordinación motora, del tiempo de reacción, aparición del dolor de cabeza y
cierta desorientación o embotamiento.
El agua es de suma importancia en los adultos mayores, ya que con los
años se pierde la sensación de sed.
Para tener una referencia una medida adecuada son unos ocho vasos
promedio por día.
La carencia de agua se expresa en irritabilidad, desasosiego,
somnolencia, piel seca, bajos niveles de energía, sensación de debilidad o
flojera, boca pastosa, cefalea, calambres, menor cantidad de orina, entre
otros. Beneficios sobre la ingesta: es
esencial para los procesos fisiológicos de digestión, absorción y eliminación
de desechos metabólicos no digeribles, y también para la estructura y función
del aparato circulatorio. Transporta nutrientes de todas las sustancias
corporales y tiene acción directa en el mantenimiento de la temperatura del
cuerpo.
Consejos:
* La recomendación de ingesta
diaria total de agua como bebidas es entre 2 y 2,5 litros.
* La mejor fuente de ingesta
es el agua potable y pura.
* La ingesta de azúcares no
debe superar el 10% del consumo energético diario. En términos de bebidas
azucaradas, se recomienda un máximo de 250 ml diarios. Teniendo en cuenta el
hábito argentino de endulzar infusiones con azúcar, la ingesta debe ser menor,
no superando un total de 25
gramos diarios.
* Es preferible el consumo de
la fruta entera en lugar de jugos exprimidos o licuados.
* El consumo de agua bajo la
forma de sopas y caldos comerciales es una fuente elevada de sodio en la dieta.
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