viernes, 9 de septiembre de 2016

NUEVAS FORMAS DE TRABAJO



El trabajo, los estudios, los amigos, los niños, la casa. Es muy fácil acomodarse a las viejas rutinas diarias y que los días y las semanas pasen sin pena ni gloria. Es sencillo acomodarse a lo que ya conoces y te gusta.
Sin embargo, lo que éstas personas tienen no se puede ni pesar ni contar ni medir. Su valiosa posesión es capacidad, voluntad y tiempo para disfrutar de lo que les gusta. Para ellos, el lujo es hacer lo que quieren y les gusta cuando mejor lo crean. El tiempo libre vale mas que cualquier fortuna y el trabajo es el medio para conseguir lo que les importa: pasarla bien.
Son individuos que se alejan de la rutina y se ven inmersos, con muchas ganas, de hacer realidad sus emprendimientos. No quieren horarios ni rutinas. De esta manera, trabajan desde cualquier computadora. Algunos eligen vender productos, otros arman paginas webs. Y mientras hacen realidad sus sueños, por ejemplo el de viajar, también trabajan ya que esta todo en Internet. Esto atraviesa el mundo empresarial, cultural y profesional, entre otros. Va mas allá de que la persona sea rica; tiene que ver con el reconocimiento social y público. Se asocia a ser conocido por muchos y valorado por una cualidad.
También hay otra tendencia que progresa: la tecnología avanza y gracias a ella hay empresas que permiten a varios de sus empleados hacer uno o dos días de “home office” y trabajar todo el tiempo en forma remota y sin necesidad de estar en la oficina. Estas empresas emplean equipos donde el gerente se comunica través de un conjunto de nuevas herramientas basadas en Internet, y así trabajar manejando equipos a distancia, para obtener el máximo rendimiento de sus empleados remotos.
Un teletrabajador es una persona a la distancia y pudiendo en la mayoría de los casos manejar su propio ritmo, tiempos y lugar de trabajo, dentro de la actividad que desarrolle.
Al trabajar por objetivos esta lucha entre vida personal y profesional se optimiza. En vez de correr de un lado para otro tratando de cumplir con sus obligaciones laborales y sus deseos personales, la mujer que teletrabaja o se convierte en freelancer, puede llevar a los chicos al colegio y regresar a casa a trabajar; salir a una cena romántica y cumplir con los horarios sin la presión de un jefe que justo pide ese día que se queden un par de horas extra en la oficina.
La principal virtud del que trabaja desde casa es que acomoda sus días y horarios de trabajo a su propio esquema personal y familiar, y encontrar trabajos extras en la web. Se gana mucho en autonomía e independencia al acceder a mayor disponibilidad horaria.
Se optimiza mucho mas el tiempo y se recortan gastos, por ejemplo, al no tener que almorzar a diario fuera de su casa, en transporte y varios gastos que se incurre en el día a día por el mero hecho de “poner un pie afuera”. Son modalidades distintas a las que se observan que, por cierto, no están nada mal.

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