sábado, 18 de abril de 2015

REPERCUSIONES SOBRE EL GENOCIDIO ARMENIO



El domingo pasado el Papa Francisco encabezó una misa en la Basílica de San Pedro en la que se conmemoró el centenario del Genocidio Armenio. Utilizó, pese a las presiones de parte de Turquía para que no lo hiciera, el término “genocidio” para referirse a la matanza de un millón y medio de víctimas asesinadas por el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial.
“Esconder o negar el mal es como dejar que una herida continúe sangrando sin curarla”, dijo Bergoglio durante la misa.
Los dichos del Pontífice tuvieron gran repercusión en Turquía. Según el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, utilizar el término "genocidio" en el contexto de lo ocurrido hace un siglo en Turquía revela una postura "contradictoria y discriminatoria" por parte del Vaticano. Los turcos consideran las masacres de armenios cristianos como un conflicto armado más dentro del contexto de la Primera Guerra Mundial y en el que también murieron muchos musulmanes.
El ministro turco de Asuntos Europeos, Volkan Bozkir, declaró que los argentinos y el Papa habían recibido un "lavado de cerebro por los armenios ricos y poderosos".
Varios años atrás Juan Pablo II se refirió al exterminio armenio como “el primer genocidio del siglo XX”, situando a continuación los perpetrados por el nazismo y el estalinismo.
El martes pasado la presidenta argentina se reunió con el arzobispo Kissag Mouradian y miembros de la colectividad armenia en la Residencia de Olivos para "expresar su solidaridad con el centésimo aniversario del Genocidio Armenio", según la oficina de prensa presidencial. También en este día la Cámara de Diputados de Chile aprobó un proyecto de resolución en el que se "solidariza con la nación armenia condenando el genocidio de su pueblo iniciado en 1915".
La Eurocámara exigió el miércoles pasado que Turquía reconozca el genocidio y  aprobó una resolución en la que se rinde homenaje en la víspera del Centenario. Los grupos políticos pactaron una resolución conjunta en la que piden que el Imperio Otomano, en la conmemoración del centenario del Primer Genocidio del siglo XX, asuma su pasado, reconozca el genocidio y así encontrar el camino para una reconciliación entre los pueblos turco y armenio.
En Ankara sí importan lo que opinen otros países respecto a las matanzas de armenios y de si las reconocen o no como un “genocidio”. Esto se ve a través del titular de Exteriores, Mevlut Çavusoglu, ya que tiene previsto acudir a Estados Unidos el mismo día del centenario para tratar de influir en Washington.
El gobierno de EE. UU. siempre ha sido cauteloso para utilizar el término Genocidio y no molestar así a su aliado turco. En lugar de éste término ha preferido decir Gran Crimen. Este año, armenios y turcos estarán atentos a lo que pronuncie el presidente Barack Obama respecto del tema, pues están en juego soliviantar o no a uno u otro pueblo y una importante licitación de misiles.
Turquía siempre ha negado el genocidio, reconocido por 22 países, entre ellos, la Argentina.
Turquía, sucesora legal del Imperio Otomano disuelto tras la Primera Guerra Mundial, nunca ha aceptado que la matanza entre 1915 y 1917 fue un genocidio y que dejó tantas muertes. Según ellos, la cifra es de medio millón de víctimas y que se trató de una masacre entre armenios y turcos musulmanes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario