martes, 12 de julio de 2011

PROSTITUCION Y TRATA DE PERSONAS

La prostitucion es la práctica sexual realizada con fines de lucro. Ser víctima de la trata de personas es haber sido secuestrada, violada, drogada, obligada a ejercer la prostitución y a casi no comer durante días. Es haber sido víctima de un delito que produce el 85 % de los 32 mil millones de dólares anuales que genera la trata de personas.
A veces se trata de menores de edad que desaparecen; en otros casos de mujeres mayores, pero siempre la modalidad se repite: sea por engaño o directamente por la fuerza, se las termina encerrando y se las fuerza a prostituirse. Este “negocio” ilegal se potencia por el capitalismo y la globalización, donde el trabajo esclavo en cualquiera de sus formas es “rentable”.
En la mayoría de las legislaciones, no es considerada delito, aunque algunas de sus actividades conexas reciban sanción penal. La prostitución y el mal que la acompaña, la trata de personas para fines de prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia y de la comunidad.
La trata de mujeres con fines de prostitución tuvo un crecimiento alarmante en la Argentina en los últimos años y estadísticas privadas revelan que desde mediados de 2009 hasta fines de 2010 desaparecieron 700 mujeres, jóvenes y niñas con fines de explotación sexual, según la ONG. La Casa del Encuentro es una red dedicada a luchar contra toda forma de violencia, abuso y discriminación contra la mujer.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas como la Organización Internacional para las Migraciones consideraron la trata de personas un delito transnacional que, en la actualidad, supera en todo el mundo al tráfico de armas en cuanto al volumen de dinero que maneja, y que quedó un escalón por debajo del narcotráfico.
En 1949 la Argentina firmó el Convenio para la Represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena; de esta manera se escasea de herramientas legales apropiadas para enfrentar esta realidad, a pesar de que hace tres años asumió el compromiso de sancionar una ley específica sobre trata de personas, al ratificar la Convención de la ONU contra el Crimen Transnacional Organizado.
Si bien no existen cifras oficiales sobre la cantidad de dinero que las organizaciones dedicadas a la trata de personas manejan en el mundo, se estima que una mujer adulta deja mil dólares por mes a cada proxeneta. Si esa mujer es menor, la cantidad se duplica y, si las niñas son vírgenes, hay que multiplicar por cinco el monto original. La vida de una mujer como víctima de la trata no es mayor de 12 o 14 años. Para mantenerlas cautivas, los proxenetas las hacen adictas y alcohólicas. Y cada vez se reclutan más jóvenes.
Es fundamental hacer controles en las zonas de frontera. Es un delito muy complejo de investigar porque muchas veces las víctimas no quieren declarar.
Si bien la ley 26.364 sirvió para tipificar el delito de trata de personas y colocarlo en jurisdicción de los tribunales federales, debería ser considerado un delito de lesa humanidad.
Hay que educar a los jóvenes en la igualdad. Detrás de la prostitución no hay un problema de sexualidad, sino de desigualdad entre los géneros. Lo más antiguo de la prostitución no es, como se suele decir, que se trata de la profesión más antigua del mundo, sino que es una de las formas más antiguas de dominación masculina. En la prostitución se realiza un concepto de sexualidad en el cual el sexo se vincula a dominación y violencia.
Para que existan las redes de captación de mujeres, tiene que existir una red de protección, tiene que existir la prostitución. El Estado tiene que actuar para proteger a las víctimas. Alejarlas del núcleo del peligro. Incautarles los bienes a los tratantes. El secuestro de mujeres para ser prostituidas configura un delito aberrante y que tiene que tener una solución lo antes posible. Ante esto, se requiere de un marco legal adecuado y funcionarios judiciales, policiales y municipales competentes y honestos.
El gran motor es la prostitución. Esta actividad no es un tipo de trabajo, es violencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario