CANCER DE MAMA

Cuando se habla de cáncer es muy común que se lo relacione directamente con la muerte. Ese es el primer mito sobre esta enfermedad, porque en general la mitad de los pacientes con cáncer, no sólo con cáncer de mama, se curan. El cáncer avanza, pero la muerte retrocede. La frase describe la situación actual del cáncer de mama en la Argentina: según los especialistas, la tasa de incidencia creció en los últimos 30 años, pero la mortalidad disminuyó progresivamente, llegando a más del 90% de curación en casos de tumores menores a un centímetro.

El cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el tejido mamario. Los principales factores de riesgo de contraer esta enfermedad incluyen una edad avanzada, la primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, el tomar hormonas tales como estrógeno y progesterona. Para detectarla se utilizan diferentes pruebas como la mamografía, ecografía e imágenes por resonancia magnética. El diagnostico sólo puede adoptar el carácter de definitivo por medio de una biopsia mamaria.

Algunos síntomas: bultos bajo la piel; bultos en las axilas; pecho inflamado; pezones que duelen, que se hunden o que segregan líquido, piel irritada.

Los tumores se pueden formar en cualquier lugar del cuerpo. Una persona tiene cáncer cuando las células anormales del cuerpo no paran de crecer y reproducirse. Estas células hacen que el cuerpo se enferme.

Es fundamental, cuando las mujeres no presentan ningún síntoma, realizar la consulta periódica al médico, la mamografía de rutina y el autoexamen todos los meses.

En la Argentina, la tasa anual de mortalidad por cáncer de mama se ubica en 20,4 por 100.000, según el Departamento de Carcionogénesis del Instituto Roffo. Se calcula que cada año se diagnostican en el país entre 15.000 y 20.000 nuevos casos.

Los avances son alentadores. Globalmente, el porcentaje de curación es del 50% o más, pero en tumores pequeños (de menos de 1 centímetro de diámetro) y con características de baja agresividad puede superar el 90%. La tasa de curación se asocia al tamaño tumoral al momento del diagnóstico, su extensión o no a los ganglios axilares y a características del tumor.

Dado que no se conocen las causas que determinan la aparición de esta enfermedad, la mejor prevención es diagnosticarlo precozmente. Una detección avanzada, cuando no se ha producido metástasis, permite una curación mayor del 90 % de los casos. Es fundamental que la gente comprenda que cáncer no es una sola enfermedad y que ya no es necesariamente sinónimo de muerte. Cuanto mas ocultas el cáncer, más terrible y difícil es ocuparse y trabajar sobre ella.

Poco a poco aumentan las campañas de las distintas fundaciones, los afiches en vía pública, los slogans como “encontrálo antes de que sea palpable”; y esto hace que tomemos conciencia. Lo fundamental de las campañas es educar e informar.

Pero a no asustarse. Lo mejor que podemos hacer es la prevención de esta enfermedad, hagamos los chequeos correspondientes: el autoexamen una vez por mes y una vez al año hacerse los estudios. Es una batalla que en la mayoría de los casos tiene cura. Tomemos conciencia.